Los soldados romanos, en sus conquistas y expansiones, debían vivir en campamentos construidos por ellos mismos, ya sea para temporadas cortas como largas. Allí mismo también entrenaban.
En primer lugar consultaban a los dioses para saber si ese lugar era el adecuado, debiendo estar cerca de un río y en un lugar alto.
Después hacían a su alrededor una zanja y un talud, fuera del muro que rodeaba el campamento.
Dentro del campamento se disponían las tiendas de campaña y había dos vías: la vía principalis (de norte a sur) y la vía pretoria (de este a oeste), que coincidían con las puertas del campamento. En el centro de ellas se encontraba el foro para realizar las reuniones.
Toda esta información la hemos plasmado en la siguiente ficha: